Fuente: NotiBoom
Ketty Marilú Moscoso Paucarchuco
kmoscoso@unah.edu.pe

La secuela de Spider-Man: Far From Home, revela la identidad del superhombre arácnido, complicando su vida normal y la de su entorno más íntimo, cuando pide ayuda al Doctor Strange, los riesgos se tornan más peligrosos, es ahí donde descubre que es realmente ser un héroe.


Esta película permite imaginar de forma prospectiva el planeta y los avances tecnológicos del futuro. Ideas atrevidas como las de retroceder el tiempo con una gema, desbordan los límites de la realidad conocida y desconocida.

Se observan altas medidas de seguridad en los domicilios, con claves en las puertas, reconocimientos faciales y comunicación on line; robots haciendo los quehaceres del hogar, cambios de traje de forma automática, sincronización de dispositivos, llamadas por hologramas, son actividades cotidianas.

El multiverso es un concepto que nace en el siglo XIX del cual se sabe muy poco, y rompe bruscamente los tejidos de la existencia, el filósofo William James, señala que en el mundo existen universos paralelos y otras dimensiones, cercanas a ser comprobadas gracias a los avances que ha realizado la astronomía en los últimos tiempos.

Dentro de las diferentes teorías del multiverso, nacen los infinitos (diferentes planos, replicas uno del otro, simulando un espejo), burbuja (una grande contiene a la pequeña), paralelos (dimensiones coexistentes, unas encima de otras), hijos (mismo universo con varias copias y sucesos diferentes en cada una de ellas), distintas realidades multidimensionales.

La nanotecnología se describe en este filme como una manipulación de la materia a una escala casi atómica para crear nuevas estructuras, materiales y aparatos que permiten dominar la voluntad del hombre. El control mental tiene rol predominante en sus argumentos.


La tecnología y la medicina permiten la cura de enfermedades en corto tiempo y con la mayor facilidad; la geometría y la física, dejan entender el cálculo universal. Se logra separar el cuerpo del alma, cambiar el destino.

Fuente: Mundo Películas

Actividades sobrenaturales como hechizos para olvidar, villanos que sienten el poder del sol en la palma de la mano, intersecciones de corrientes de energías eléctricas hasta cósmicas, armas poderosas con inteligencia artificial.

“La teoría de cuerdas es finita. No explota, no colapsa sobre sí misma. Por eso creemos en ella”, comentó el renombrado físico teórico Michio Kaku. En la cinta se fortalecen las preguntas “¿Qué pasó antes del Big Bang? ¿Hay otros universos? ¿Qué hay al otro lado de la creación? ¿O al otro lado de un agujero negro? ¿Son posibles los agujeros de gusano o las dimensiones más altas? ¿Vivimos en un multiverso?”.

Ver la película implica una “lavada de cerebro”, naves voladoras, portales a otros espacios en segundos, fuera de esta excitación tecnológica y astronómica, se rescata grandemente que la debilidad del ser humano no debe ser lo moral, que la bondad y demás valores prevalecen, sobre todo; se entiende que el hombre tiene gran poder, y un gran poder conlleva a una gran responsabilidad.

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