Fuente: Ionos
Ketty Marilú Moscoso Paucarchuco
kmoscoso@unah.edu.pe

Conocida también como el despliegue la función de la calidad (QFD, Quality Function Deployment), es una técnica que se refleja en una matriz que asegura la calidad al momento de la creación o reajuste de productos o servicios.


Su nombre “casa de la calidad” deriva del conjunto de esquemas que forman un ambiente central con paredes laterales y tejado. Para su desarrollo intervienen todas las áreas de la organización especialmente marketing, investigación y producción.

Tiene el objetivo de evaluar el producto o servicio bajo la percepción del consumidor, medirlo frente a la competencia, no solo en gustos y preferencias, sino también en características técnicas, evalúa las dificultades para el logro de metas, fortalece compromisos con los colaboradores y coadyuva a la buena relación entre ellos.

Primero, se identifican los deseos o preferencias del cliente; el estudio e inteligencia de mercado son soportes en este espacio; estas exigencias del usuario deben ser valoradas con puntuaciones del 1 al 5 o con una escala personalizada de acuerdo a la necesidad de la empresa, cuanto más importante más alto el número.

Se analiza la competencia, haciendo una comparación entre el producto o servicio de la empresa y otros de empresas líderes, aquí también se trabaja con escalas del 1 al 5 siendo 1 la menor valoración del bien o servicio y 5 que posee una acogida superior al de la competencia.


Se define las características del producto o servicio con la información obtenida, logrando un diseño y materialización de acuerdo a las exigencias del cliente. Se entiende que para este paso es importante el conocimiento técnico que ayuda a ajustar funciones actuales, logrando con ello determinar la dirección de la optimización.


Se analiza las relaciones funcionales del producto o servicio, esta se representa mediante +, – y 0. Una relación negativa implica implementar la característica porque influye de forma negativa en las funciones, para realizar los cambios es importante priorizar cada una de las características, es decir operar de forma aritmética con los índices o puntuaciones.

Finalmente, se establece los valores meta, con ello inicia la planificación de las acciones de mejora. En esta herramienta se puede incluir otros condicionantes como el grado de dificultad para la implementación de los cambios, adicionando anotaciones o leyendas respecto a la problemática.

La “casa de la calidad” contribuye a la creación, diseño y rediseño de un producto o servicio, requiere la participación multidisciplinar de los colaboradores, logrando una discusión técnica entre departamentos que concede el logro de una propuesta de valor diferente y ajustada a las necesidades, con la finalidad de logra la satisfacción del cliente por encima de los esperado.

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