Fuente: Howlanders
Cástor Saldaña Sousa
sousa@usal.es

Presento el extracto de una entrevista sobre el caso de una mujer poseída por un espíritu al cual, en los andes, le llaman “macho”. La señora poseída acude a las mesas de los apus, seres tutelares de las montañas andinas, para solicitar mediante el pongo, mediador de los apus y las personas, abrir una mesa de “Jale”.


El “Jale” es hacer traer a la mesa por los apus al espíritu por la fuerza, contra su voluntad, para resolver la situación en presencia de la mujer afectada. Esta fenomenología de la percepción y experiencia mental se da en oscuridad dentro del contexto sociocultural andino, en el marco amplio de la cosmovisión andina (Saldaña-sousa, 2017).

Por limitaciones de tiempo y espacio, no realizo un análisis, sino que lo presento para documentar hechos sociales que aún siguen dándose e invitar a los interesados a hacer un análisis desde su punto de vista, tanto disciplinar, científico como cultural.

Pueda haber personas que se identifiquen con la entrevista por ser parte de su entorno cultural y del contexto de la tradición oral y mítica. Las líneas de interpretación pueden ir desde los clásicos de la antropología con Brujería, magia y oráculos entre los Azande de Evans-Pritchard, La eficacia simbólica de Claude Lévy-Strauss, hasta la transferencia de contenidos psíquicos desde las corrientes psicodinámicas y el psicoanálisis.

Además de la dimensión psicosomática y aspectos vinculados al llamado “placebo”, tendríamos la interpretación de las emociones evocadas, particularmente el miedo, y la oscuridad como el espacio propicio para la comunicación, la evocación de emociones e imágenes mentales.

Otras interpretaciones actuales estarían ligadas a la física cuántica, la neurociencia y a los conceptos de energía y electromagnetismo, así como a concepciones ligadas al espiritismo, esoterismo y New Age. La entrevista fue realizada en Arequipa en mayo del 2011.

Transcripción de la entrevista:

Cuando, mi querido Cástor, este, en Cotahuasi, específicamente en la comunidad de humasca. Un día domingo de faena, en arreglo de acequia, se chocó repentinamente la pala con una roca inmensa y luego de chocar para cruzar la roca y de su espalda, se, se sintió un reflejo, como un relámpago de luz, al voltear no había nada y se sintió un poco de susto. Al día siguiente amanece con toda la cara hinchada y las manos hinchadas.


No podía ni mirar porque hasta los ojos se había cerrado. Y la gente del lugar, como ya conocen su mundo y la naturaleza dijeron que el macho le había agarrado y al indagar que era el macho, eran los gentiles.

Figura 1. Mesa de Jale. Cuzco, 2011. (Fuente: autor)

Y al saber que eran los gentiles, eran seres, que se ha, ahhhh, permanecen en la tierra porque se han identificado con sus bienes materiales y que no pueden elevarse y que buscan mujeres solas porque su esposo vivía en el otro pueblo. Y de vez en cuando la visitaba. Y como la veía sola quiso poseerla a ella. Y en sueños, en sueños se hacía realidad, le perseguía y quería tener relaciones y ella le agarro de los genitales y gritando se fue.

Poco a poco con el tiempo la hinchazón seguía, empezó a ennegrecer la piel, a cuartearse la piel y con una comezón irresistible como para desgarrar los músculos. Yy, hay personas en la zona que conocen estos asuntos, mandaron traer de lejos del pueblo a otros que saben curar este tipo de cosas, le calmo por un poco y luego volvía, volvía a la misma situación.

Ya con la llegada de los papas (apus) llega a Arequipa y se hace presente en la mesa del papá Loja y ahí es indagada, e interrogada que es lo que le ha sucedido y describe que le pasó. Y luego le conducen a Cuzco porque los ingredientes para hacer un despacho negro no lo habían traído y no tenían predispuesto.

Y ya llegado al Cuzco, le instruyen a la señora para que pueda lidiar con ese espíritu que quiere poseerla y tener ciertas relaciones sexuales con ella y tenía que ella defender sus derechos que, diciendo que tiene su esposo, tiene sus hijos, y ehh, y muchas veces utilizando un poco de grosería para amedrentarlo a ese espíritu negativo, luego de que el papa Soqllacasa, donde es el lugar que le sucedió eso, le comunica dice que en Arequipa, Cotahauasi, en el lugar de Humasca, alza el vuelo y le trae al macho.

Le trae a mesa, ahhh, un poco cansado, quejándose y le obligan a que se sirva la bebida que le han preparado y la comida que le han preparado que era como, como dicen, una mesa negra, ehhh, para que pueda comer y beber, y luego a punta de latigazos que en la mesa sí que jala el macho, empezaron a obligarlo a que coma, y aa, a mucho reprendimiento, este empezó a comer y a beber y empezó a lidiar con la señora diciendo que ella tenía que tener, tenía que, tenía esposo e hijos y que no quería estar con él y a duras penas y con muchos latigazos accedió a soltarla.

Luego se lo devolvió al pueblo de origen, el papa de Soqllacasa, en sus alas, que sería, y la señora al día siguiente tuvo que ir al kamal y ser enterrada, embadurnada con heces de vaca, con, heces no, con la panza, con la panza de la vaca, con laaa, con la tripa, con la panza, ha sacado todo lo que ha comido y con eso y las heces más lo haa, embadurnado todo el cuerpo sin ropa durante, ehh, tres veces.

Y luego de ahí la señora pasado el tiempo se sano, toda la enfermedad que le había ocurrido ese contacto con el macho. Es un testimonio verídico que muchos han visto, hemos visto y que la ciencia médica no se explicaría y jamás lo pudo haber curado.

Referencia

Saldaña Sousa, C. (2017). Los apus: configuración etnomédica en Perú actual. Ed. Univ. De Salamanca.

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