Rosa Cecilia González Ríos rgonzalez@unah.edu.pe

“Es posible que la tendencia más recurrente y significativa en el mundo actual sea la demanda de viajes experienciales, específicamente orientados a transmitir la idea de un turismo más inmersivo, local, auténtico, aventurero y/o activo” (Adventure Travel Group, 2014).


En la actualidad, el ámbito turístico tiene que ver con la forma que logra interactuar la oferta y la demanda, debido a los múltiples factores que influyen para palpar un crecimiento significativo en cada uno de los destinos turísticos. Por esa razón, resulta importante conocer de que se trata hoy vender experiencias de viajes distintas, que se ajustan a las necesidades, requerimientos y expectativas de los turistas, de esa manera pueden encontrar el lugar soñado, el destino que esperan conocer y que calce idóneamente con su personalidad.

Desde la psicología, podemos dar cuenta sobre la relación estrecha que existe entre el turismo y el estudio de la conducta de las personas, ya que el dinamismo del sistema turístico funciona por el desplazamiento y traslados que realizan los visitantes al sentirse motivados por un abanico de razones, tales como disfrutar de una lugar natural, de un espacio arqueológico, de la puesta en escena de fiestas costumbristas, de recorrer museos, conocer comunidades, vivir la adrenalina con los deportes de aventura, de observar paisajes fabulosos, entre otros. La cuestión es que, cualquiera sea la motivación es suficiente para organizar días de viajes, de elegir la compañía, unir a la familia, a los amigos, a los compañeros de trabajo, seguir viviendo, etc.


Fuente: turismo – MANUAL DE DISEÑO DE EXPERIENCIAS TURISTICAS

Es así, que desde la óptica de la oferta de los servicios turísticos es necesario diseñar cada vez mejores experiencias porque los empresarios así lo desean, porque son conscientes, porque han asumido el compromiso de dar lo mejor a sus clientes y saben perfectamente que el trabajo arduo de ahora se reflejará en el crecimiento y rentabilidad de su empresa. Según el Manual de Experiencias Turísticas de SERNATUR, un buen diseño permite lo siguiente:

  1. Orientar tu oferta a las necesidades del público objetivo, configurándola para satisfacer de la mejor manera sus preferencias y necesidades, o bien abriéndola a nuevos segmentos que no estás atendiendo hoy.
  2. Diferenciar y dar mayor valor a tu producto, es un diseño específico de experiencia, puede servir para distinguirte de la competencia. Además, permite articular nuevos bienes, servicios y actividades, aprovechando las posibilidades del entorno natural, cultural e incluso comercial.
  3. Flexibilizar tu oferta, incorporando alternativas para enfrentar escenarios diversos como: cambios en el clima, tamaño, grupo de viaje, estacionalidad, entre otros.
  4. Mayor satisfacción y memorabilidad en los visitantes, lo que constituye el propósito final de todo diseño de experiencias y, de paso, es también la base para fidelizar a tus público actual como para atraer otros nuevos.
  5. Mayores ingresos, considerando que una experiencia bien diseñada es más eficiente en sus costos y que, si resulta satisfactoria y memorable, puedes cobrar más por ella.
  6. Ofrecer experiencias satisfactorias de todas formas te beneficiará, aumentando tu influencia y valoración en el medio.

Finalmente, se debe tener en cuenta que las experiencias turísticas dependen del momento vital que están atravesando las personas que viajan, amerita una gran labor para estar siempre un paso adelante que ellos y proponerles vivencias que jamás olviden y que quieran repetirlas.

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