Fuente: BBC.com
Uriel Rigoberto Quispe Quezada
uquispe@unah.edu.pe

Recientemente causó cierta extrañeza la decisión del gobierno en anunciar la emisión de los “bonos centenarios”, endeudando al Perú por un tiempo de 100 años, cuyo plazo de vencimiento de pago esta prevista a cumplir en el año 2121.


La emisión de estos bonos por un monto total de 4,000 millones de dólares a una tasa inferior al 4% anual, causa cierta controversia, toda vez que se da en momentos en que el país pasa por una etapa de crisis política en su historia.

Ampararse en los buenos índices macroeconómicos que el Perú ha estado registrando en las últimas décadas, ha logrado tener el respaldo en los mercados internacionales, logrando colocar bonos por periodos de 12, 40 y 100 años. Este mecanismo se da con la finalidad de otorgar endeudamientos a Estados que realicen emprendimientos de cara a reactivar la economía después del golpe de la pandemia del coronavirus.

Luego de la turbulencia política que vivió el país es días previos, Sagasti toma esta decisión controversial, mirando quizás con prospectiva optimista en la reactivación económica que el país requiere, luego de las decisiones económicas poco acertadas de Martin Vizcarra, destituido por actos presumibles de corrupción en el pasado y la renuncia de Manuel Merino.


Analizando las razones del respaldo que posee el País, se esgrime que una parte el Perú posee un bajísimo nivel de endeudamiento público, alcanzado un rango del 27% del PBI y además se suma a las tasas de interés inferiores a niveles básicos de 0,25%, algunos analistas aseguran que en la emisión de bonos no hay riesgo y que esta recaudación traduce una inyección fiscal necesaria para la reactivación de la economía, toda vez que en el año 2020 ha registrado una caída del 13%.


Fuente: Infórmate Perú

Además, existe proyecciones optimistas del Banco Mundial que prevé un crecimiento anual para el Perú en el año 2021 del 7,6%. Según el Ministerio de Economía y Finanzas, los fondos recaudados se destinarán a cubrir financieramente los gastos relacionados con la prevención y contención del covid-19, autorizando esta entidad mediante el D.S. 349-2020.

La emisión incluye operaciones de tres bonos siendo la primero el endeudamiento por un lapso de 100 años cuyo vencimiento se dará en julio del año 2121 por 1,000 millones de dólares; otro de 1,000 millones de dólares cuyo vencimiento esta prevista en el año 2032 y finalmente otro por 2,000 millones de dólares que vence el año 2060.

La controversia se da en momentos del actual gobernante, quien es transitorio de cara a las elecciones próximas, tomara esta decisión de endeudar al país, en opinión de analistas mencionan que cualquier deuda que contravenga por un periodo largo y que compromete al país en las futuras generaciones, no deba realizarse de un gobierno por mera coyuntura política.

Endeudar a un país por larguísimo periodo, ésta deba estar debidamente analizada y pensada bajo los intereses nacionales y buscar otros mecanismos que no representen mayores efectos a las generaciones venideras.

Pertenecer al club de los bonos centenarios para Sagasti y compañía, estas no deberían de representar un ejemplo de países que actualmente no ofrecen credibilidad económica y se encuentran en dificultades caso México y Argentina.

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