Fuente: Infobae
Uriel Rigoberto Quispe Quezada
uquispe@unah.edu.pe

Ante la ola de la emisión de las monedas digitales en los sistemas financieros en el mundo, los países se están viendo obligados a virar estratégicamente sus objetivos en los próximos años, con el fin de adaptarse ante estas tendencias en reemplazo a las monedas electrónicas actuales.


Diversas corporaciones analizan que necesariamente los países desarrollados están proyectando en la emisión de sus propias monedas digitales, en el mediano plazo el gobierno estadounidense quien lidera esta iniciativa podría emitir el primer dólar americano en el periodo del 2025 al 2030.

Estas monedas son respaldadas por el gobierno a través de sus entidades reguladoras, con el banco de reserva de cada país, esta decisión considerada por muchos como “inevitable”, se produce en un momento donde existe una alta expectativa en su implementación. 

Los beneficios que podría ofrecer el uso de las monedas digitales van desde hacer que los pagos transfronterizos sean más baratos y rápidos, pero a la vez podrían presentar riesgos potenciales incluidas posibles movidas en las empresas financieras y una reducción en la cantidad de depósitos en el sistema bancario.

Actualmente se encuentra estas iniciativas en plena consulta sobre los grupos de interés, en base a los estudios realizados donde se muestran los aspectos positivos y negativos del uso de la moneda digital, hay una esperanza en que podría mejorar los sistemas de pagos domésticos seguros y efectivo.

Las nuevas tendencias están en constante evolución financiera, a medida que tenga aceptación entre los sectores privados, estas se constituirán entre las principales transacciones financieras por intermedio de este rubro.


En el caso del Perú, según hace referencia el titular del Banco Central de Reserva del Perú, Julio Velarde, actualmente están trabajando sobre el lanzamiento de la moneda digital peruana, estos cambios obedecen en respuesta a las tendencias internacionales en los sistemas financieros y modelos de pago que marcarán la pauta dentro de unos ocho o diez años.

Fuente: Cointelegraph

Las alianzas estratégicas en materia de cooperación en entidades financieras reguladores a través de los estados se hacen cada vez más evidente y se constituyen trascendentales, en actos preparatorios y las ayudas fortalecen en alcanzar objetivos comunes de cara a estar en la altura de las circunstancias.

A la espera de conocer las experiencias de países que implementaran sus monedas digitales en los próximos años, serán fundamentales con fines de evitar posibles riesgos que demandan ser los primeros en plantear estas iniciativas y correr los posibles riesgos de impacto que se presenten, este es una de las estrategias a seguir según en opinión del titular del BCRP. 

Eso no significa que el país estará relegado, sino estará en mejores condiciones de implementar y corregir los posibles impactos que se generen durante el lanzamiento y la evolución de este.

A diferencia de una criptomoneda, las monedas digitales son emitidas únicamente por los bancos centrales y cuenta con su respaldo, por lo que garantizan mayor estabilidad y menor volatilidad en su cotización.

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