Fuente: Cinco Días - El País
Rene Antonio Hinojosa Benavides

En primer lugar, recordemos que el calentamiento global es la causa del cambio climático, cambios bruscos de temperatura, fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones,


huracanes o sequías más recurrentes, siendo estos últimos el caldo de cultivo perfecto para la alteración del comportamiento de los virus, encontrándose una asociación entre la propagación del Covid-19 y el cambio climático, inducido por el comportamiento humano en el medio ambiente.

Los científicos han abordado el tema desde diferentes puntos de vista a partir de la observación epidemiológica y etiológica del fenómeno, llegando a hipotetizar efectos sociológicos similares entre las consecuencias de las medidas de contención contra la propagación del virus, los cambios sociales y de comportamiento sobre la vida de la humanidad determinada por el cambio climático. El Covid-19 se comporta al igual que otros virus como la rabia, gripe aviar, ébola, entre otros, es decir, como biopolímeros formados por una molécula muy inestable y, por lo tanto, sujetos a mutaciones de ARN, de 3 mil millones de años.

Los virus son capaces de infectar seres vivos inicialmente unicelulares, como bacterias, y luego multicelulares, vegetales y animales, para finalmente replicarse hasta el “desborde” dando grandes saltos de especie en especie, hasta arribar a los humanos, quienes somos siete mil quinientos millones de hospederos perfectos para permitir que el Covid-19 se siga replicando en todo el planeta.


Fuente: Compromiso Empresarial

Además de ser los hospederos perfectos, los humanos facilitamos el salto del virus entre diferentes especies, mediante nuestros desacertados comportamientos; de hecho, hemos perturbado directa o indirectamente ecosistemas muy importantes como los bosques primarios, favoreciendo los contactos entre los llamados «Huéspedes del reservorio», es decir, aquellos mamíferos que han aprendido a vivir con el virus y los humanos.

En este punto, se documenta las dos causas principales del desborde en mención, determinadas por el comportamiento humano de manera directa: la primera causa es la deforestación, debida a la introducción de grandes cultivos, lo que provocó que las especies silvestres, portadoras del virus de manera saprófita, se acercaran a los humanos. La segunda causa la constituye el comercio de fauna silvestre en todo el mundo, donde la promiscuidad y la absoluta falta de higiene han favorecido el contagio humano del salto a nuestra especie.


Hay otros comportamientos atribuibles a la voluntad del hombre y, por lo tanto, totalmente intencionales, que han favorecido el fenómeno indirectamente. Estos comportamientos son los mismos que están asociados con las causas del cambio climático (o mejor, en este momento,  » crisis climática «) es decir, la contaminación del aire debido al aumento incontrolado de las emisiones industriales y civiles, del tráfico aéreo, que tiene efectos directos sobre los ecosistemas terrestres, la destrucción de los bosques


y hábitats más sensibles, los desequilibrios de los ecosistemas marinos causados ​​por la acción contaminante del hombre y, nuevamente, el aumento de las temperaturas y la intervención de fenómenos, condiciones climáticas excepcionales, que han provocado el movimiento de especies animales, cada vez más cerca de los centros habitados por humanos, para buscar alimento que ya no se encuentra en sus hábitats naturales.

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