Fuente: Viajero Peligro
Uriel Rigoberto Quispe Quezada
uquispe@unah.edu.pe

¿Hasta qué punto el nivel de comportamiento negativo de algunas personas se convierte en un problema?, responder a esta interrogante puede ser complejo y delicado, que, si no se trata a tiempo, puede generar implicaciones en el desempeño laboral y desmotivación frente a trabajadores productivos.


Describir gente toxica, no significa que las personas en su integridad lo sean, sino está relacionado al nivel de comportamiento que genera toxicidad frente a los demás y es importante saber reconocer y tomar acciones correctivas.

Los comportamientos tóxicos más frecuentes que se presentan son: dramatizar su vida personal o generar aún más dentro del ambiente laboral, tratar de controlar o manipular a otros para beneficio propio, criticar destructivamente a los demás, demostrar celos y envidia, ser pesimistas y negativas, expresar constantemente su descontento y mala fortuna, carencia de voluntad de reconocer malos comportamientos y buscar ayuda a profesionales o personas que los quiere y desean lo mejor de sí.

Basado en esta descripción, la pregunta es ¿Cómo reconocer ese comportamiento negativo en un ambiente laboral?, el empleado tiene que desarrollar estrategias para saber examinar este tipo de conductas y aplicarlas para potenciar sus habilidades y responsabilidades.

Una relación laboral es tóxica, si se observa que el profesional está emocionalmente afectado por el drama que se genera, posee temor de estar rodeado de este tipo de individuos, siente cansancio y malestar al interaccionar con esta gente, está siendo atrapado por el ambiente.  


Entonces, ¿cómo podemos manejar la situación de lidiar con personas de este tipo en ambientes laborales?, el buen profesional trabaja por el bienestar de la organización, para ello tendrá que aprender a usar técnicas para evitar las malas influencias que provienen de los comportamientos nada favorables de algunos trabajadores.


Fuente: Buena Vibra

Entre las estrategias están: el de no permitir ser atraído por el drama que se ha producido, la toxicidad de otra persona no es acerca de uno mismo, es acerca de ellos. No vale gastar energía frente a estas personas, se debe establecer fronteras claras, el profesional decide hasta qué punto puede ceder y en qué punto es mejor alejarse, no permitir que ellos consuman su valioso tiempo y destruyan su optimismo. La negatividad de estas personas tóxicas es contagiosa y no contribuye a una salud física y mental.

¿Y qué hacer cuando la toxicidad proviene de arriba?, en ocasiones los profesionales están entre la espada y la pared, porque puede ocurrir que el que conduce la organización sea tóxico, las estrategias que puede encaminarse son: limitar la interacción; construir una fuerte y positiva relación laboral con otros profesionales, generar ambientes más positivas y optimistas con compañeros que no son tóxicos, dejar que el trabajo hable por sí mismo, un buen trabajo y desempeño laboral, con buena actitud no podrá ser arruinado por estas circunstancias.

Es necesario para propiciar este cambio, se tiene que tener políticas claras y establecidas por quienes conducen las organizaciones, orientados a brindar oportunidades en un ambiente laboral agradable, a fin de que el trabajador se sienta seguro y comparta mejor sus ideas.

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