Fuente: Holadoctor
Ketty Marilú Moscoso Paucarchuco
kmoscoso@unah.edu.pe

A pesar de la sutileza del machismo invisible… simples frases continúan alentando a la violencia y el discurso de odio contra las mujeres.


¡Es que yo soy hombre y tú eres mujercita! El contenido social produce estereotipos sexistas que coaligan la identidad masculina con la violencia, la dominación, la independencia y el poder; mientras que la identidad femenina es representada como emocional, vulnerable, sensible y dependiente de los hombres.

¡Eres marimacha! Una descripción común de aquella mujer que actúa o se comporta como hombre, considerado un insulto a todas aquellas que se resisten a conservar los “rasgos de delicadeza” que la sociedad les ha asignado para, supuestamente, reconocerlas como femeninas.

¡Los hombres nunca lloran! Una soberbia machista para no textualizar sus sentimientos, sobrevaloración absurda e innecesaria. Los hombres son humanos, esta es una proposición que solo los estimula al llanto hasta el desangrado. ¡Que buen cu…! Resulta un argumento engañoso que las mujeres sufrirán violencia sexual, por las partes de su cuerpo que muestran al vestirse; peor aún decir, que por su naturaleza los hombres, no pueden controlar sus instintos. La mujer no necesita ocultar su cuerpo para evitar ser violada. 

¡Las mujeres crían a los hijos y los hombres trabajan! No es cierto que para la mujer los hijos son un impedimento de realización personal en otros espacios de la vida, ni para el hombre es simplemente un componente central de su identidad masculina. Ambos mujeres y hombres, crean una relación única e inimitable con sus hijos, la responsabilidad es compartida, así como los roles en la familia.


Fuente: El Blog de LaLorena

¡El hombre es más fuerte que la mujer! Según Elisabeth Badinter, “Podría decirse que, desde su concepción, el embrión masculino lucha para no ser femenino. Esto explica que los embriones masculinos sufran más accidentes intrauterinos, y que los niños presenten más problemas de salud que las niñas en el primer año de vida. Además, la expectativa de vida masculina es mucho menor que la femenina en todo el mundo”, así que, es un simple mito la fortaleza del hombre.


El hombre puede tener varias mujeres ¡las mujeres noooo! Para Carlos Sirvent “La fidelidad como el compromiso representan potenciales de comportamiento que responden a expectativas sociales monogámicas”. Ni hombres, ni mujeres, están lejos de perpetrar infidelidad, son aspectos sociales con múltiples explicaciones.


Dicen que los hombres no se quejan, llegará el momento, cuando las madres les digan a sus hijos ¡Inteligente como la mamá, bonito como el papá! y los veremos. Desaparecerán totalmente los príncipes azules, trayendo consigo el empoderamiento de la mujer. Un primer paso en la lucha feminista, es identificar estas expresiones de contenido encubierto, invisible para los hombres, las cuales son liberadas sin intención, con finura y elegancia; como lo denomina Luis Bonino un micromachismo cotidiano, que se puede evitar.

Esta es una tertulia femenina que debemos profundizar y esperemos que cuando las masas estén reunidas; no aparezca algún micromacho “bien educado”, que se niegue a cambiar de mentalidad, atizando este mal social con alguna de sus frasecitas “están locas”, mejor “las dejo para que chismeen”.

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