Fuente: www1.undp.org
Solón Dante Carhuallanqui Ibarra

El Informe Bruntland “Nuestro Fututo Común” año 1987 define por primera vez el Desarrollo Sostenible como “la capacidad orientada a asegurar la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias necesidades”,


es decir, mantener las condiciones biológicas y los servicios ambientales de manera intergeneracional.

Es fundamental enfatizar que el informe referido, tiene como propósito enfrentar dos desafíos: 1) La Pobreza, 2) Los problemas medioambientales. En tal sentido, amerita analizar los alcances y perspectivas de la pobreza como una condición básica para lograr el desarrollo sostenible.

La pobreza, según la OMS, es la privación de bienestar o la falta de acceso a capacidades básicas para que funcione la sociedad y de un ingreso adecuado para enfrentar necesidades de educación, salud, seguridad, empoderamiento y derechos básicos (Haughton & Khandker, 2009).

El Premio Nobel de Economía (1998), Amarthya Sen, define la pobreza como “…la privación de capacidades básicas y no sólo como una renta baja”. Tal privación puede expresarse “…en una mortalidad prematura, un grado significativo de desnutrición (…), un elevado nivel de analfabetismo y otros fracasos”. Por tanto, la pobreza representa un obstáculo para una mejor calidad de vida.

El PNUD (1997) indica que “si el desarrollo humano consiste en ampliar las opciones, la pobreza significa que se deniegan las oportunidades y las opciones más fundamentales del desarrollo humano: vivir una vida larga, sana y creativa y disfrutar de un nivel decente de vida, libertad, dignidad, respeto por sí mismo y de los demás”.

En otras palabras, “la pobreza representa la ausencia de ciertas capacidades básicas”; y por tanto, “…es una situación que denota falta de equidad en relación con las capacidades básicas y las oportunidades de acceso a medios de vida esenciales…”


Según el INEI, en nuestro país, para el año 2020, el 44,4% de los pobres extremos, se encuentra en el área urbana y el 55,6% en el área rural. A nivel de región natural, el 25,5% están en la Costa, el 59,7% en la Sierra y el 14,8% en la Selva. Estos indicadores muestran porcentajes realmente preocupantes que debe revertirse en el corto plazo hacia una mejor equidad social.

Fuente: Hugo Balderrama

La pobreza es caldo de cultivo para mayor delincuencia, frustración, destrucción del medio ambiente, ignorancia, analfabetismo, hacinamiento, alcoholismo, violencia e inestabilidad social, migración del campo a la ciudad, incremento de asentamiento humanos sin los servicios de saneamiento básico, niños desnutridos, cárceles saturadas, prostitución, niños con futuro incierto y otras lacras sociales.

Por lo tanto, es imperativo la reducción de la pobreza y la desigualdad, porque ello permitirá disminuir las brechas sociales; para ello, es necesario implementar estrategias o políticas de gobierno, tales como: a) Descentralización política, económica y administrativa, b) Políticas públicas inclusivas contra la desigualdad, c) Políticas económicas para reducir la pobreza, y crear las condiciones adecuadas para crear fuentes de trabajo d) Programas sociales: salud, educación y alimentación de calidad entre otros.

Finalmente, el Desarrollo Sostenible resume y articula las estrategias citadas, porque propone un equilibrio entre las dimensiones: social, económico, ambiental y político institucional y sobre todo tiene como objetivo prioritario, erradicar la pobreza orientado a una mejor calidad de vida de la humanidad.

Bibliografía consultada:

  • Andía, W. (2016). Gerencia Social – Ediciones Arte y Pluma – Lima, Perú.
  • Enrico, C. (2015). ¿Por qué Existe Pobreza en el Perú? – Editorial San Marcos EIRL – Lima, Perú.
  • Vegara, J. (2016). La Obra de Amartya Sen – Universidad Autónoma de Barcelona – España.

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