Fuente: HOLA!
Juan Quispe Rodríguez
jquispe@unah.edu.pe

En estos tiempos de la pandemia ocasionada por la COVID-19, existen muchas recomendaciones para cuidarse en no contagiarse por este virus, las instituciones públicas de salud constantemente dan instrucciones para un cuidado como el distanciamiento social,


uso de mascarillas, careta facial y el lavado continuo de las manos, lo que se está convirtiendo en un buen habito de higiene, sin embargo se sabe que por estudios científicos a quien más ataca este maligno virus es a la población con bajo sistema inmunológico como es el caso de los adultos mayores (llamado el grupo de los vulnerables).

Lo contrario las personas jóvenes tienen más defensas que los adultos mayores, entonces por lógica se podría decir que exista una política de nutrición saludable de las personas para poder incrementar su sistema inmunológico y que esta acción seria sostenible en el tiempo complementada con ejercicios físicos diarios.

Una alimentación mal equilibrada tiene una influencia negativa en la actividad inmunológica. «El mantenimiento del sistema inmunológico requiere un consumo constante de todas las vitaminas y minerales necesarios». Las personas mal alimentadas presentan un mayor riesgo de contraer infecciones, para que nuestro sistema digestivo mantenga su integridad, es indispensable una nutrición adecuada y en la capacidad de producir jugos gástricos para mantener y conservar una buena relación con la flora intestinal

Algunas recomendaciones para incrementar nuestro sistema inmunológico serian como el lavarse las manos de forma adecuada y frecuente, hacer actividad física moderada, procurar tener un sueño reparador, manejar el estrés para evitar bajar las defensas, evitar los lugares muy concurridos, no consumir azúcar, comida procesada y/o rápida, ni grasas trans y menos gaseosas que nos bajan las defensas.

De acuerdo con estudios científicos, se da a conocer una dieta básica equilibrada, que puede servir como un referente para asumirlo en nuestra alimentación diaria, empezando por consumir el agua, necesario beberlas en cantidades pequeñas repartidas durante todo el día y entre comidas, un mínimo de 2,5 a 3 litros, entre agua pura y zumos de fruta, en una proporción de 2/1. evitar tomar el café, los refrescos con cafeína y sobre todo gaseosas, evitar la leche de vaca o no superar más de un vaso al día.


En los Desayunos, se puede consumir fruta, zumos naturales, cereales integrales, hojuelas de granos (quinua, kiwicha, cañihua y avena) con yogur biológico, pan integral con aceite de oliva y tomate. Algo de queso fresco, frutos secos, malta, infusiones, leche de soja, etc.

Fuente: La Vanguardia

En el almuerzo, consumir fruta, pan integral (bocadillo) con queso, aceite de oliva, tortilla con huevo, tomate, boquerones, menestras, verduras crudas (ensaladas) y cocinadas, arroz integral, cereales integrales (cocidos o en brotes), cualquier tipo de pastas (integrales), legumbres cocidas o en brotes (como lentejas, garbanzos, soja, etc.).

Tofu, pescado (mejor azul), carne de cordero (sin grasa) o de pollo de granja, pato o pavo, hasta dos veces a la semana, huevos de granja cocidos, pero no fritos, nunca carne de cerdo ni embutidos; como única excepción las papas.

En la cena puede ser el yogur con fruta, plátanos, frutos secos, infusiones, sopas o hervidos de verduras, pan integral.

A todo esto, es posible incluir en nuestra alimentación diaria el kion, cuyas propiedades y beneficios mayormente son de carácter medicinal, es antiinflamatorio natural, ayuda a combatir enfermedades respiratorias, artrosis, diabetes y problemas digestivos y que además sirve para adelgazar

Y qué bueno que en nuestro país tengamos una gran biodiversidad de productos para optar por una sana alimentación a fin de fortalecer nuestro sistema inmunológico para evitar problemas de salud a consecuencia del COVID 19.

Un comentario en «Como influye la buena y sana alimentación contra la COVID-19»
  1. Nuestro modelo dietético peruano se caracteriza por una abundancia de alimentos vegetales como pan, pasta, verduras, legumbres, frutas y frutos secos, aceite de oliva como fuente primaria de grasas, consumo moderado de carnes blancas, productos lácteos y huevos, siendo el pescado un mejor aliado para reforzar el sistema inmune de nuestro organismo, así como también un consumo modesto de vino durante las comidas, proporciona un suministro óptimo de todos los nutrientes “funcionales” que pueden desempeñar un papel inmunomodulador, todo ello en concordancia con vuestro artículo, del cual soy su lector Nº 1 estimado Dr. Juan Quispe.

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