Fuente: QuAdrans law and finance
Ketty Marilú Moscoso Paucarchuco
kmoscoso@unah.edu.pe

En el marco de los cambios globales, acompañados de continuas actualizaciones tecnológicas, los negocios buscan mejorar y fortalecer sus capacidades enfatizando en una metodología de gestión moderna y progresiva, la que es denominada gestión del conocimiento.


El conocimiento en este contexto se entiende como búsqueda de datos e información, incluyendo diversas combinaciones de nuevas tecnologías, experiencia de producción, emociones, cultura, valores, ideas, intuición, motivación, estilos de aprendizaje, actitudes, capacidad para confiar y resolver situaciones problemáticas complejas, capacidad de trabajar en una red de información moderna, sociabilidad, actitud ante el riesgo permanente, presencia de un espíritu emprendedor, entre otros.

La gestión del conocimiento es un conjunto de aparatos conceptuales, disciplinas temáticas y herramientas de organización que permiten a los gerentes responsabilizarse del conocimiento corporativo y, en base a ello tomar decisiones de gestión eficaces en lugar de las tradicionalmente racionales.

La sostenibilidad de una empresa es “la estabilidad en movimiento”, la que es generada por contradicciones, la solución consiste en la búsqueda de un “equilibrio dinámico” entre la estabilidad del negocio, el sistema y su mejora continua.

Cualquier proceso de control es una secuencia de acciones definidas y continuas en el tiempo, combinada en etapas apropiadas, de acuerdo a la calidad del contenido y uniformidad de aquellas operaciones que sean necesarias para su implementación.

En el contexto del desarrollo de la era de la información, teniendo en cuenta las necesidades de los participantes del mercado, es importante un control preventivo consistente y al mismo tiempo independiente de todo el conjunto de conocimientos, centrando la atención no solo en el pasado, sino también en el presente y especialmente en el futuro, al mismo tiempo que borre los límites entre las funciones de control directo y la consultoría de gestión, es decir una auditoría de conocimiento.


La auditoría detallada del conocimiento nos permite determinar los patrones de los flujos de conocimiento en negocios que forman ideas sobre los enfoques utilizados para procesar la información, obteniendo como resultado, la eficiencia del uso e intercambio de conocimientos en este sistema.

Fuente: Auditoría de conocimiento: ¿Y tu cuanto sabes?

La práctica muestra que de acuerdo con los resultados de la auditoría de conocimientos es recomendable no solo preparar un informe y recomendaciones de gestión, sino también realizar un mapeo de conocimientos.

Los mapas de conocimiento no solo son una forma apropiada de fijar e intercambiar conocimiento explícito (formalizado), sino también un reflejo del conocimiento implícito (no formalizado) con diversos grados de detalle. Estos documentos permiten a los gerentes de las empresas comprender qué conocimientos se necesitan para el personal.

Se debe admitir que el ciclo de auditoría de conocimientos no finaliza con la etapa de preparación y presentación del informe de auditoría, continúa a través del apoyo de las decisiones de gestión basadas en sus resultados.

Este tipo de auditoría acompaña a estas decisiones hasta que se implementen por completo, es decir, hasta que se obtenga el efecto final. La auditoría del conocimiento, similar a otros tipos y métodos de auditoría, tiene como objetivo evaluar el estado situacional, pero su atención principal se centra en determinar la disponibilidad, la necesidad y uso del conocimiento en cada uno de los procesos del negocio para agregar valor a la organización.

La auditoría de conocimiento es una herramienta importante para evaluar la preparación de una empresa para implementar un conocimiento sistemático de gestión y seguir supervisando su funcionamiento.

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