Fuente: Municipalidad Distrital de Luricocha - VRAEM
Rosa Cecilia González Ríos rgonzalez@unah.edu.pe

Parece que la semana santa está queriendo retornar a lo que era antes de la pandemia, tantas personas motivadas por su inquebrantable fe, agradeciendo, ofreciendo, haciendo ofrendas, cumpliendo penitencias, pidiendo por todos y hasta por uno mismo, los motivos que existen son muchos, por eso la frase “la fe mueve montañas” no es cliché, es pasión, es divinidad y es espiritual.


Luricocha es uno de los doce distritos que forman parte de la provincia de Huanta en la región de Ayacucho, se encuentra muy cerca a Huanta, 10 minutos en carro, y si eres partidario de las caminatas, puedes llegar sin problemas a través de una carretera asfaltada, que también se transita para llegar al VRAEN. Es un hermoso valle que nos brinda, un clima cálido, un vistoso panorama verde, tranquilidad en sus calles, una sensación de aire puro y un cielo azul despejado, de aquellos que se parecen a un lienzo recién terminado. Posee una variedad de lugares turísticos para conocer porque la naturaleza la encuentras a doquier, su vistosidad y ubicación definitivamente lo proyecta a convertirse en un destino infaltable en la región sur.

No hay pierde para realizar un full day aventurero, sobre todo si te acompaña un día soleado, puedes empezar por el mirador y cruz de Pachapunya, es un camino de trocha que no está en buen estado, deben hacerse muchas mejoras y manteamiento al respecto, en auto puedes llegar en 30 minutos aproximadamente, aquí encuentras una vista panorámica espectacular, con matices de colores que te dejarán una buenísima galería fotográfica, además se encuentra la cruz como símbolo de la religiosidad del pueblo y que este año realizaron una peregrinación con la representación del vía crucis, encontrando mucha devoción y almas encendidas de fervor, llamas que solo reflejan amor y eternidad en las velas encendidas del lugar.


Muy cerca, a unos minutos, encuentras a la cascada de Monti Kuchu, tiene un camino debidamente marcado, no hay señalización, solo un letrero al inicio del camino que precisa a 5 minutos, pero les puedo asegurar que son más y que valen la pena, llegas a una caída de agua de unos 50 metros, de aguas frías y cristalinas, formando pozas y que continúa su recorrido por entre el medio de piedras y demás, es grandiosa, se disfruta mucho del panorama.

Fuente: Municipalidad Distrital de Luricocha – VRAEM

Luego puedes dirigirte al cañón y mirador de Huatuscalla, es sensacional, la carretera es un tanto mejor, existe una entrada y control, se paga para ingresar el monto de dos soles, el camino está marcado, no te pierdes en el sendero cuesta arriba, te dicen 20 minutos, realmente es según tu ritmo, si no te falta el aire, si estás acostumbrado a caminar, en fin, lo importante es llegar y deleitarse, en el recorrido encuentras graderías, algunos tramos con piedras, hay tachos de basura, bancas para descansar en el trayecto, hay puntos estratégicos para tomas espléndidas, de pronto llegas a la cima y encuentras incluso una cruz, por supuesto que por semana santa llegaron fervientes y pusieron velas, de pronto te encuentras con lo que nos permite la geografía de nuestro país, la unión de los tres afluentes Cachi, Huarpa y Tigris que forman el río Mantaro, obviamente las fotografías no se hacen esperar. El paisaje te ofrece solo ganar y gozar de todo lo bondadoso del paisaje, Dios parece estar cerca, tu fe te llevó hasta allí para agradecer. Luricocha es imperdible, y aún hay muchos lugares para conocer. Visítalo.


 

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