Fuente: masfe.org - Por qué Dios Permite el Sufrimiento?

El Satán nos creó y nos arrojó al valle de las lágrimas, para que se reiría de nuestro sufrimiento o tal vez como dijo Dostoiewski, en Los hermanos Karamazov: “Mi opinión es que, si el diablo no existe, si ha sido creado por el hombre, éste lo ha hecho a su imagen y semejanza”. No podemos negar que el mal reina y nos direcciona para ser coparticipes.


La gente creyente tiene fe en un Dios que es bueno y todopoderoso, todo lo terrorífico de la historia es obra y voluntad de él. Dejemos que sigan sin dudar y en la etapa de la menoría de edad, tienen la fe del carbonero y son abogados de Dios (Dios que no sabe defenderse por sí mismo y está en silencio). Estos niños viven en un mundo seguro y sin miedo. Al mundo verdadero lo han convertido en fábulas para ser felices. Hoy, diríamos que he descubierto la mentira de la fe en Dios.

Vivir dudando es la contradicción del pensamiento, hacerse hombre es pensar nuestra historia ruina sobre ruina, que solo el arte dignificó y le dio sentido a los vencidos. La historia está llena de horrores y el progreso es resultado de los cadáveres que ya desbordó los cielos y no hubo ningún Dios que vino a socorrer a los hombres sufrientes que murieron injustamente.  

Sabiendo, que somos unas creaturas amantes de la pulsión de matar; por eso, diríamos que fuimos creados por un ser maligno para deleitarse con nuestro sufrimiento. Los esclavos, las brujas, los indígenas, los obreros y los que lucharon por la vida murieron solos completamente solos sin redimirse; además, sus espíritus hacedores son olvidados por la historia y considerados malos y feos por el arte.


La humanidad no tiene futuro conciliatorio, la dialéctica es negativa que avanza superando las catástrofes anteriores, si la bomba a Hiroshima mató en cinco minutos a doscientos mil hombres. Hoy, las bombas nucleares pueden negar a la atómica. ¿Cuántos explotados y muertos será necesario para llegar al ideal del progreso? Continuaran explotando y matando a los hombres y a la naturaleza en nombre del progreso capitalista. Walter Benjamín ya nos anticipó: “Nada ha corrompido tanto al movimiento obrero (del mundo) como el convencimiento de que nadaba a favor de corriente”. Por tanto, sin cuestionar y religiosamente avanzamos a nuestro THE END.

Fuente: EL PAÍS – Hiroshima, 70 años después de la bomba atómica

Los revolucionarios solo pueden retrasar el apocalipsis visible, las bombas nucleares son para nosotros mismo, entiende amigo líder de rebaño, ¿por qué hablas con voz falsete y escondes con una máscara su maldad en potencia?, mientras construyes orgullosamente una casa de diez pisos con material noble y predicas una catedra de una familia modelo con un sueldo digno y para no angustiarse dices: “por algo pasan las cosas”. En Europa y Norteamérica existe la bunkerización y sus ciudadanos saben que todos estamos en peligro.

En fin, si existe Dios bondadoso ya hubiera redimido, al inicio de la historia, a la humanidad, es más se habría horrorizado de su creación viendo su futuro terrorífico. Pobre hombre con una duda absoluta, sin fundamento y sabe del sufrimiento infinito de la humanidad y sin Dios es luchador contra la tortura, vejaciones, humillaciones, desapariciones. Solo él se indigna y es un Dios imperfecto que quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destruido.  

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