Fuente: Chimbote en Linea
Yolanda Aroquipa Durán
yaroquipa@unah.edu.pe

En el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes, la evaluación educativa es una tarea constante que debe realizarlo el docente,


y no se debe entender sólo como un procedimiento de selección o poner una nota, también sirve para orientar y escuchar a los estudiantes; es decir requiere de un compromiso bien serio por parte de los docentes. También se sabe que todo profesor conoce muy bien en que consiste la evaluación educativa, porque fue parte de su formación, entendiéndola como “un proceso continuo y personalizado en la formación del estudiante, teniendo por objeto medir el nivel de logro de los aprendizajes, brindar orientación y evaluar el desarrollo de los procesos de enseñanza”.

Por lo tanto, la toma de decisiones pedagógicas está basada en la acción docente sobre el desempeño de los estudiantes y justamente esto constituye uno de los principales propósitos de la evaluación. Así los profesores, debemos tener presente que la evaluación educativa implica tres funciones básicas: el refuerzo o retroalimentación de temas en los cuales los estudiantes tienen dudas, informar sobre el desempeño que van alcanzando los estudiantes, y generar una autoconciencia en los mismos estudiantes.

Muchos docentes en las universidades aún conciben a la evaluación como medición, inflexible, control de poder sobre los estudiantes, pasiva y orientada hacia resultados cuantificables; es decir solo interesa asignarle una nota al estudiante, y en muchos casos también se llega a sistematizar la labor del docente respecto a su capacidad como evaluador. No debemos olvidar que la evaluación es una tarea muy importante en el proceso de formación de los estudiantes; ello quiere decir que debemos “formar” a los estudiantes y no solo asignarles notas.


Fuente: Slideshare

Por otra parte, en la actual situación que viene atravesando el Perú, en el sistema de EBR la evaluación educativa se está dejando de lado; muy a pesar de que todo profesor conoce sobre este proceso. Esto se observa ya que finalizó el primer trimestre, y hasta donde se conoce; los profesores solo exigieron presentar tareas a los estudiantes, así como enviar fotografías observando la TV o escuchando la radio como evidencia de su asistencia en “clases virtuales”


y los estudiantes desconocen los resultados de sus tareas (si están bien o están mal, o que les falta mejorar), no hay refuerzo o retroalimentación, menos la generación de la autoconciencia en los estudiantes, puesto que no se dio momentos para la orientación, y así con muchas deficiencias ya se inició con el segundo trimestre, particularmente opino que se debe mejorar este proceso así como prestar mucha atención.


Por ello y mucho más, ahora como profesores en la educación virtual debemos conocer y aplicar todo lo que incumbe la evaluación educativa y con bastante responsabilidad. Solo con un seguimiento constante y orientación a los estudiantes, ayudaremos a aclarar sus dudas y también ellos se sentirán escuchados, de lo contrario estaríamos actuando solo como máquinas inertes. Por lo tanto, podemos decirse que, en la educación actual, enseñar implica evaluar, así como evaluar sugiere enseñar.

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