Yolanda Aroquipa Durán
yaroquipa@unah.edu.pe

El término persona se emplea para referirse a un individuo de la especie humana, ya sea hombre o mujer, siendo un sujeto consciente y racional que a su vez posee capacidad de discernimiento y de respuesta sobre sus propios actos. Entonces, ¿cuánto vales tú como persona?, ¿cuál es tú valor?


El valor de una persona se puede concretar en estas tres letras C.H.A. donde la C indica el nivel de conocimiento, es decir son informaciones o hechos adquiridos por una persona a través de la experiencia o la educación; la H indica la habilidad, la destreza que tiene una persona para ejercer cierta actividad.

La habilidad tú lo desarrollas con el tiempo y con la experiencia, y finalmente se tiene la A de actitud, es el comportamiento y la manera de ser de la persona produciéndose en diferentes circunstancias, también determina la vida anímica de cada persona, es decir, la manera de ser es parte de la formula.

La C suma, la H suma, pero la A multiplica. La diferencia entre el grande y el mediocre, no está en la H está en la A. El hecho de que tengas mucho conocimiento, no significa que eres una gran persona, serás una gran persona por tu manera de ser, aquí no hay nadie quién te aprecie por el nivel de grado que tienes, o por tú nivel de inglés, o por la experiencia que tienes, o por tu cargo que llevas en la tarjeta personal, a ti te apreciaran por tu manea se ser.


Todas las personas fantásticas tienen una marera fantástica de ser, y todas las personas malas tienen una manera de ser mala y creo que todos conocemos personas así. Si nos ponemos a pensar en las autoridades que están al frente de las instituciones y alguna vez hemos laborado con ellos, no lo valoramos por sus títulos o grados, lo valoramos por su forma de ser, por su liderazgo, por su estado de ánimo que nos transmite.


Fuente: Red Concreta

En el plano personal pasa lo mismo; nuestros hijos nos valoran por la forma de ser, asimismo nuestros amigos, nuestra pareja y nuestra familia. Lo que cuenta en la vida es nuestra forma de ser; es decir los valores que practicamos y los principios que mantenemos frente a nuestros semejantes.

Muchos han perdido la alegría, la ilusión, el ánimo y el entusiasmo por ser una mala persona y llevar rencor a otros, pero nunca es tarde para reflexionar y así mejorar el valor que tenemos. En ese sentido, ¿qué debemos hacer para mantener el ánimo?, la vida no siempre va como queremos, tenemos que hacerlo por tres motivos; primero, porque no es normal, el estado normal de una persona es estar alegre y feliz; segundo es luchar contra la corriente, para vivir con alegría todos merecemos vivir con alegría, al vida es fantástica cuando uno va alegre, uno tiene que ser fantástico como profesional, como amigo, como pareja.

Y tercero es el estado de ánimo, tú estado de ánimo puedes trabajarlo, ello no es aleatorio, es nuestra responsabilidad, debemos aprender a ser agradecidos, a valorar lo que tenemos, muchas veces “no sabemos lo que tenemos, hasta que lo perdemos”, estamos aquí para luchar y llegar a ser mejores personas.

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