Fuente: Doria Global Media
Ketty Marilú Moscoso Paucarchuco
kmoscoso@unah.edu.pe

Un cluster (o en su versión castellanizada, clúster) es un término que denomina a un conjunto de empresas y/o instituciones concentradas geográficamente y orientadas sectorialmente a un campo determinado de actividad, con diversas clases de vinculaciones entre sí, en el que las entidades participantes compiten y cooperan a la vez, nos menciona Porter.


Estas redes, sistemas o áreas industriales, pueden conformarse agrupando canales de distribución y clientes, es decir una integración vertical; también puede ser a través de proveedores, de manera horizontal. Los clusters son esfuerzos organizados que buscan el crecimiento de la localidad, incluyendo a empresas y comunidad.

Dentro de sus características vemos que son realidades en una concentración geográfica, que genera una interacción económica. La rivalidad comercial al interior de un cluster, fortalece los negocios, por otra parte, existe una integración vertical que genera una cadena de valor, gracias a la complementariedad, la comunicación y la producción compartida, se puede decir que es una competencia cooperativa.

En este modelo de negocio se hallan dos tipos, los clusters de cadenas de valor, donde se encuentra un lazo con la base sectorial de las empresas y los clusters de competencia, que estará más preocupada de las capacidades en torno a la investigación.


La espontaneidad es muy importante para gestar un cluster, ya que forzar su creación, puede incrementar el costo de la mano de obra especializada, así como un aumento de valor de las tierras y propiedades, avizorando una concentración de daños ambientales; y un terreno preparado para la llegada de oportunistas, que pueden poner en peligro el sector.


 

Fuente: clustersst.com

La existencia de clusters se debe a la diversidad de ventajas que tiene la concentración espacial de las empresas interrelacionadas, pero estas no son mayores cuando la actividad que llevan a cabo se aborda por una sola empresa de gran tamaño, señala Maskell.

Tenemos diversas políticas que se aplica a esta herramienta, la que está centralizada nacionalmente, es la política de ventaja nacional; se cuenta con cluster locales y regionales, está es la política de clusters centralizado; la ventaja competitiva en niveles de gobierno subnacional, es una política de clusters descentralizado; emerge como consecuencia de un proceso interactivo a través de los diferentes tipos de gobierno, esta es una política de clusters con retroalimentación.

Para citar ejemplos en el Perú se logró identificar 41 clusters, de las cuales 16 resultaron priorizados por su buen posicionamiento en el ranking general y por ser las más resaltantes de su clase. Entre los cinco primeros destacan la minería (Minero Centro/Auxiliar Minero Lima y Arequipa), la moda (Moda Vestir en Lima), el turismo (Turismo Cultural Cusco), la industria textil (Pelos Finos Arequipa-Cusco-Puno) y la logística (Logística en el Callao).

La generación de un cluster, es una oportunidad de negocio que fortalece el desarrollo de las micro y pequeñas empresas, porque logra un acceso a economías de escala, acortando distancias con mercados nacionales e internacionales, generando desarrollo del mercado laboral e invitando a la participación activa de los actores que lo conforman; la captación de estos talentos, genera desarrollo de ventajas competitivas, haciendo de ese espacio, un entorno económicamente sostenible.

 

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