Fuente: Infobae
Rene Antonio Hinojosa Benavides

Sabemos que las preocupaciones bajan las defensas, pues al aumentar la producción de adrenalina y cortisol, para preparar al cuerpo a reaccionar, disminuyen los leucocitos que nos defienden de agentes patógenos, entonces cuidémonos de las siguientes invasiones:


1.La queja. Evite a la gente que se queja de todo, que solo habla de sus problemas, que insulta a los demás, y si usted es el que se queja, pregúntese de dónde sale esa actitud, quien le está contagiando, ya que no está creyendo en su propio poder de sanación.


2.La deuda. Page a tiempo lo que debe, mientras no devuelva lo que le prestaron, está en una situación de un infante dependiente; en múltiples ocasiones uno se siente enganchado en la deuda. Salde sus deudas para mantener su energía natural.


3.La promesa. Lo prometido es deuda. Cuando usted hace una promesa está empeñando la confianza que hay en usted. El cumplimiento de una promesa es sinónimo de fidelidad. Prometer es un compromiso ya que se decide qué es lo que se va a hacer en un futuro incierto.


4.La ambición. Delegue aquellas tareas que se le hacen incómodas hacerlas, y dedique su tiempo a aquello que le hace crecer como ser humano, sin caer en la procastinación. Procure no caer en la todología, pretendiendo controlarlo todo, de lo contrario acabará sin oxígeno.


5. La explotación. Descanse cuando su cuerpo se lo esté pidiendo. No acostumbre a realizar peticiones que le van a significar una carga importante de trabajo que no desea tener. Mucha gente siente que nunca tiene tiempo para nada y aun así no deja de llenar la agenda, de añadir ítems a la lista de tareas pendientes.


6. La desorganización. Organice y/o elimine los archivos de su computadora que ya no le sirven, en un intento de aligerar la carga que también está compuesta por los rencores hacia alguna persona, porque en el fondo esos rencores no los lleva esa persona a quien está odiando, los está cargando usted, inútilmente.


Fuente: BBC.com

7. La enfermedad. No atender su salud, haciendo caso omiso a los mensajes que le manda su cuerpo, pasa una factura muy cara. No esperemos estar desahuciados para vivir con intensidad. Cuando la molestia es pequeña, el gasto también es pequeño. Haga caso a sus neuromensajes.


8. La agresión. No se eche el traje de héroe, gastando energía tolerando agresiones o discusiones inútiles que lo intoxican. Evita acciones negativas a su familia, no se desquite con los más débiles. Quien siembra vientos cosecha tempestades.


9.La resignación. Aceptar la realidad es diferente a resignarse. Que la vida me diga que un camino no es por ahí, normal, pues cambio de rumbo buscando compañía para aligerar mi travesía. Hay gente que ni siquiera se esfuerza y se resigna tirándose al abandono.


10.La venganza. Libérese de ese dolor que le anima a vengarse. Perdonar es el antídoto. Es como si se tuviera una herida en el brazo, el perdón lava esa herida para que se cicatrice y se cierre.  

 

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