Si bien es cierto que el tamaño del cerebro de un Felis catus (gato) es menor que el de una persona, también es cierto que el gato tiene alrededor de 250 millones de neuronas corticales frente a los 16 millones de neuronas que poseemos los humanos, y frente a los 160 millones que poseen los perros.

El tamaño del cerebro de un gato es mayor que en otros animales, razón por la cual puede dirigir con mejor precisión sus movimientos sigilosos y su equilibrio; este tamaño mayor de su cerebro conlleva a tener mayor cantidad de neuronas y amplia diversidad de conexiones entre sus axones, por ende mayor inteligencia, y es que el desarrollo del cerebro de los gatos es más acelerado que la mayoría de los animales, llegando a los tres meses a tener ya el tamaño máximo de los gatos adultos con un peso aproximado de 20 a 30 gramos, unas cinco veces más grandes de cuando nacieron.

          Mientras que los perros recuerdan hechos recientes por aproximadamente 5 minutos, los gatos tienen buena memoria a corto plazo, de tal manera que pueden recordar sucesos presentes hasta por 16 horas futuras, ya que los gatos son muy observadores y muchas veces repiten nuestras acciones, es decir que, si un gato nos ve abrir varias veces la puerta del refrigerador durante un tiempo suficiente, acabará por intentar abrirlo él mismo y probablemente lo consiga; es muy conocido el hecho de que suelen deslizar la tapa de las ollas para comer lo que desea, y volver a su lugar dicha tapa. En cuanto a noción del tiempo, este felino tiene la capacidad de almacenar y procesar algunos tiempos y horarios, motivo por el cual suele maullar a una misma hora para reclamar comida a su dueño (aunque más parece que el es nuestro dueño); esto ocurre porque el gato al igual que el ser humano, también tiene un reloj biológico que le permite medir determinados tiempos y recordarlos; aunándose a ello su alta sensibilidad auditiva que le permite oír una amplia escala de sonidos, incluso los ultrasónicos, así como también su excelente visión nocturna, periférica y binocular que le posibilita el cálculo exacto de distancias, de ahí que atrapa pajaritos en el aire (Tello, 2010).

          El cerebro de los gatos también les permite diferenciar cantidades pequeñas y grandes para identificar zonas de caza con mayor cantidad de presas; siendo más inteligentes que una Tablet, ya que según investigadores especialistas en neurociencia el cerebro del gato es más complejo y efectivo que una tablet; puesto que una tablet suele tener 60 gb de espacio de almacenamiento, el cerebro de un gato tiene aproximadamente 91 gigabytes y en términos de velocidad de procesamiento podríamos decir que, una tablet realiza aproximadamente 170 millones de operaciones por segundo mientras que el cerebro de los gatos puede llegar a concretar hasta 6.1 billones de operaciones por segundo; y se ha comprobado que los gatos que crecen rodeados de personas llegan a desarrollar su inteligencia aún más.

Referencias:
  1. Tello, C. (2010). Estudio de prefactibilidad para la creación de una empresa de servicio de salud para mascotas (perros y gatos) en la ciudad de Quito [Tesis de ingeniero comercial, Universidad Politécnica Salesiana, Quito, Ecuador].  https://n9.cl/8xs87

  2. Howard, M. (2018). Socialization and problem-solving in domestic cats (felis catus) [Thesis Submitted in Partial Fulfillment of the Requirements of the Degree of Master of Science: Psychology, The University of Tennessee at Chattanooga, Tennessee, USA]. https://n9.cl/8qwne

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *