El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos.” (Jordan,2022)

Son muchas las veces que se ha escuchado sobre teorías, frases, palabras emocionales o hasta testimonios que indiquen que el trabajo colaborativo es el medio para lograr objetivos trascendentales tanto en lo personal como de forma colectiva. En una empresa, una nación o en la familia. La verdad es que no se equivocan, están en la justa razón, es que realmente se puede conseguir grandes resultados y transformaciones, solo que encontrar a aquellas personas y las formas de como articular las acciones a seguir merecen realmente toda nuestra atención para lograr reconocerlas, siendo un proceso que toma su tiempo reflejada en una ardua tarea.

El sector turismo ha resultado ser uno de los campos que amerita y requiere la atención en sobremanera de los actores que participan en toda la cadena de valor, llámese a los directos e indirectos, finalmente todos se benefician con la presencia asidua de visitantes a sus localidades, sin embargo, escenarios que llenan de miedo, riesgo, incertidumbre y violencia son características que de inmediato rechazan los turistas, son aspectos que no pasan ni siquiera a una mera consideración o evaluación de los hechos, sino que se expresan al desechar a los destinos turísticos envueltos en estos contextos de inestabilidad.

Situación que, en el Perú, hemos tenido hace poco de forma visible y crítica, con noticias desgarradoras, con sensibilidad en toda la comunidad peruana porque las interpretaciones y posiciones son polarizadas. Sin hacer profundidad en ello, pero sí en la responsabilidad que las autoridades y representantes debería velar por el bienestar de todos, con esa finalidad se los elige, con esa idea de un país mejor, pero aún no logramos verlo concretamente; será por desidia, será por conveniencia, será por esperar que mejores negociados se puedan cerrar en las noches más oscuras. Es tiempo de brindar y fortalecer decisiones políticas que sean capaces de estabilizar el país, los sectores económicos necesitan continuar en el camino de la reactivación, generar mejores políticas públicas es una obligación, el pueblo en toda su extensión lo grita.

La articulación resulta el camino más viable, engranar jamás ha sido una tarea simple, tiene mucho que limarse, es una cuestión de personas, personas que quieran y decidan el bienestar de su país por encima de las comodidades personales, que asuman responsabilidad al concertar acuerdos, al concretar escenarios más favorables; el turismo en el mundo es una actividad que genera desarrollo, tiene la capacidad de transformar no solo por las estadísticas y las divisas, sino también por su calidad y calidez humana, no se debe aislar al territorio peruano de esa visión, se ha estado siguiendo un camino de reactivación turística aliciente, los destinos pioneros han estado encabezando la lista de viajes, es momento de volver al cauce, es hora de bajar la marea, pensar en los ciudadanos de a pie es importante, muchos están dentro de los beneficiarios de la actividad turística, incluso los emprendedores y empresarios continúan esperando salidas para seguir apostando por el turismo.

No es un sector que va a desaparecer porque como todo siempre resurge, siempre se reinventa, existe la resiliencia, aún más cuando encuentra los aliados estratégicos, el sector público tiene la obligación de asumir el rol que le corresponde, en articulación al sector privado, la academia, la sociedad civil y la población en general, esa forma de sinergia nos llevará a un desarrollo turístico nacional.

¡¡¡A trabajar!!!

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