Fuente: La Vanguardia
Uriel Rigoberto Quispe Quezada
uquispe@unah.edu.pe

La semana pasada se marcó un hecho histórico en el sector financiero estadounidense, el anuncio anticipada en la designación de parte del banco de inversión del Citigroup de Jane Fraser como su próxima directora ejecutiva a partir del próximo mes de febrero del año 2021, en razón de la pronta jubilación de Michael Corbat actual CEO de la compañía.


Jane Fraser, es una ejecutiva bancaria de 53 años originaria de Escocia, con estudios en Cambridge en Economía, cuenta con un MBA en una de las prestigiosas Escuelas de Negocios en la Harvard Business School, cuyos antecedentes laborales provienen al haber desempeñado cargos ejecutivos en Goldman Sachs y socia en una de las consultoras más reconocidas McKinsey & Company.

La importancia radica, al considerarse que el sector financiero es una de las industrias altamente dominadas por el género masculino y el anuncio refleja un claro giro estratégico en los negocios en respuesta de la capacidad de las mujeres de estar preparadas para asumir cargos de alta responsabilidad, toda vez que el grupo del CITI, después de la crisis financiera del 2008, se recuperó y vio un aumento en sus niveles de ingresos netos de US$ 7,000 millones a US$ 20,000 millones durante el periodo del 2012 al 2019.


Este anuncio traduce un cambio de pensamiento global en las duras estructuras que aún se mantiene incolúmene con esquemas tradicionales, marcando un hecho sin precedentes y da un claro mensaje hacia la industria en brindar oportunidades a líderes del género femenino


Fuente: El Universal

La toma de decisión del CITI, causó revuelo en la industria bancaria que aún mantenían la coraza de guiarse en la elección de sus principales ejecutivos por varones, a pesar que hubo intentos fallidos en tomar estas iniciativas a través de JPMorgan, que en su momento generaba cierta expectativa en realizar cambios en su línea ejecutiva, incluso se voceaba la promoción de dos damas con alto potencial, sin embargo como era de esperarse esta se diluyó hasta el punto de no ceder la posición por parte del CEO Jamie Dimon.

Este hecho en la designación no se esperaba aún y prácticamente rompió estereotipos a nivel del techo de cristal financiero, un reconocimiento no oficial de una barrera generada en los últimos años, que afecta a las mujeres y a miembros de grupos minoritarios. Esta barrera invisible no permitía que mujeres accedieran a puestos importantes en las organizaciones y pudieran avanzar hacia la línea ejecutiva o al C-level, cargos dominados a integridad por hombres, incluso ser considerados por Wall Street como Boy´s Club o Club de varones.

Evidentemente en las actuales circunstancias de la presencia de la pandemia mundial se habla de ser agentes de cambio, teniendo en cuenta que muchos de los modelos de negocios están poniéndose a prueba y muchas de ellas están quedando en el pasado o se están reinventando para mantenerse activos a la nueva realidad. Entonces surge la gran inquietud en la industria si continuar con la línea gerencial tradicional, liderara únicamente por varones o dar las mismas oportunidades a las mujeres cuya capacidad no está en discusión.

Fuente:

Forbes Gestión

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