Fuente: Weekend-Perfil
Uriel Rigoberto Quispe Quezada
uquispe@unah.edu.pe

Hace algunas décadas, diversas empresas en el mundo eran consideradas gigantes en la industria tecnológica en una era sin precedentes que forjaban respeto y transmitían una  imagen de negocios exitosos


caso de General Electric, Motorola, Nokia, Kodak, Blockbuster y en otras, éstas ampliamente estudiadas en las universidades y programas de negocios, sin imaginar que éstas en la actualidad ya no representan lo que algún día fueron y olvidadas en el baúl de los recuerdos, por las malas decisiones de sus principales ejecutivos que conllevaron al fracaso y en muchos de ellos incluso a la bancarrota sin poder avizorar los riesgos que se presentaban en un entorno cambiante.

Esta falta de previsión evidentemente tiene su origen en que las organizaciones no toman de debida importancia de estudiar las tendencias en los mercados, la competencia, el ingreso de nuevos actores en la industria y hay una excesiva confianza al estar en la cúspide que no permite visualizar los escenarios y aflora la dejadez, el conformismo, la indisciplina y la improvisación.

Muchas de ellas en su intento de salir de la crisis fallaron sus estrategias al pensar en el momento sin tener capacidad de reaccionar a tiempo con estrategias ambiguas, conllevando a un lento fracaso ineludible, cuyos procesos no estuvieron acordes a las exigencias operacionales, la carencia al no innovar productos, omitir prioridades en investigación y desarrollo, planes de inversión sostenidas.


Hoy simplemente recordado y analizado en su intento de comprender las causas y desaciertos que conllevaron a estas circunstancias y cuyas lecciones permiten a las nuevas escuelas virar y adaptarse a un entorno dinámico y poner en alerta todas las estrategias para alcanzar el objetivo de trascender y consolidarse en el mercado.


Kodak un claro ejemplo que ha llevado a esta empresa de ser símbolo americano que producía y lograba ventas exitosas con productos relacionados a la fotografía, recordar los famosos films, imprentas, tintas, soluciones de software y demás, en un momento pasó de ser el icono empresarial líder tecnológico a una situación catastrófica por causas diversas que disminuyeron su capacidad de respuesta frente al ingreso de nuevos competidores que promovían cámaras digitales declarándose en bancarrota a finales del 2012.


Fuente: Weekend-Perfil

Hoy surge una nueva oportunidad en sus intentos de lograr resurgir, amparado en los beneficios otorgado por el gobierno de los Estados Unidos en su intento de reactivar su economía frente a la crisis del covid-19, que se encuentra en recesión por la disminución vertiginosa del PBI, promoviendo créditos a empresas en situación de riesgo por medio de la aplicación de la Ley de Protección a la Defensa.

Empresa que logra acogerse a este beneficio y se reinventa creando para ello una división que gira desde la fotografía a los medicamentos, accede a un préstamo de US$ 765 millones dólares para financiar el lanzamiento de Kodak Pharmaceuticals, que consistirá en la producción de componentes farmacéuticos activos, materiales necesarios para combatir el coronavirus, amparándose en su profunda experiencia en la fabricación de productos químicos y aprovechar su vasta infraestructura. El gobierno con esto apuesta hacia la industria nacional y evita depender de una fuerte concentración de fabricación China y en menor medida de la India.

Estas segundas oportunidades no suelen darse a menudo y requieren ajustar estrategias para sacar el máximo provecho y no incurrir en las decisiones erróneas en el pasado. Para llevar esta transformación las empresas deben adaptarse a los cambios radicales en el entorno e impulsar continuamente innovaciones, desde la gobernanza de la empresa formulando estrategias de cambio que permita garantizar de manera flexible y transparente.

Kodak tiene un desafío que afrontar, al cambiar su modelo de negocio, cualquiera fuera el resultado de esta iniciativa, el mundo está mirando con expectativa y seguirá siendo estudiado por generaciones en el ambiente empresarial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *