Fuente: intelectum.net
Uriel Rigoberto Quispe Quezada
uquispe@unah.edu.pe

La declaratoria de emergencia nacional por la pandemia del covid-19, afectó a los sectores económicos en el país, y la actividad empresarial no estuvo alejada de estos efectos, teniendo como resultado que ciertas empresas anunciaran su disolución y posterior proceso de liquidación.


Analizar las causas, son más que evidentes, la paralización las actividades económicas, conllevó, a que un sector de las empresas, que no estuvieron consideradas dentro de las actividades esenciales, no lograsen obtener ingresos a través de las ventas, y, por consiguiente, tuvieron serias dificultades, al no poder cubrir sus obligaciones en el corto y mediano plazo, generando con ello, riesgo en su existencia.

Los intentos fallidos de las empresas, de lograr acceder a financiamientos o refinanciamientos, que cubran, gran parte de sus obligaciones durante el tiempo crítico, no lograron alcanzar su objetivo, conllevando a una penosa crisis en las operaciones, y aunada a ello, ante la ampliación de la cuarentena, en razón de la mayor incidencia en la expansión del virus, significó la paralización en las actividades comerciales, transporte, servicios, y entre otros.

Es así, que empresas en el sector aerocomercial, el caso de Avianca Perú, anunciaba en el mes de mayo del 2020, proceso de disolución y liquidación, cerrando sus operaciones en el país, las razones fueron que “la crisis que enfrentamos actualmente ha tenido efectos tangibles y preocupantes para toda la industria aérea en el mundo. Esto nos ha llevado a tener que tomar decisiones difíciles a fin de poder superar esta coyuntura y darle continuidad a la compañía”, declaraba Anko van der Werff, CEO y presidente de Avianca Holdings.

Empresa, que se estuvo perfilando a lograr posicionamiento a través de su plan de transformación, teniendo resultados auspiciosos en los primeros meses del año 2020, pero sin embargo con la crisis del covid-19 no logró despegar, debido a los altos costos que debió afrontar.


La empresa “Uber Eats”, dejaba de operar en junio del 2020, con el anuncio «esta es una decisión difícil, y nuestra prioridad ahora es minimizar en lo posible el impacto en nuestros equipos, socios restaurantes, socios repartidores y usuarios», división que estuvo orientada, a la entrega de platos a la carta y delivery en distintos negocios.

Fuente: Vía País

Empresa de transportes Soyuz S.A., anunciaba la liquidación de su negocio, tras 38 años en el mercado peruano, a consecuencias ya de la proliferación de transportes informales y sumadas a la crisis de la pandemia. En este rubro otra de las empresas emblemáticas fue Cromotex, anunciaba su disolución y posterior proceso de liquidación, a consecuencia de la pandemia, por la paralización de circulación de transporte de 6 meses por disposición del ejecutivo.

Universal Textil, dueña de la marca conocida Polystel, ingresa en proceso de liquidación a finales del mes de noviembre del 2020, confirmando su decisión frente a la Superintendencia de Mercado de valores, después de 68 años desde su creación, tras un fuerte impacto de la pandemia, afectando sus arcas financieras, ya desde el trimestre anterior del 2020, cayeron vertiginosamente del 84.99% en sus ventas de tejidos.

Ejemplos, como estos, nos da a entender, que situaciones impredecibles, siempre estarán presentes, y para ello necesariamente se requiere, que las empresas aminoren estos efectos, asumiendo escenarios de riesgos, capaces de generar contextos similares y alcanzar soluciones frentes a ellas.

Fuente:

Avianca

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