Rene Antonio Hinojosa Benavides

El manejo de residuos sólidos hospitalarios está relacionado con diferentes tipos de enfermedades que acontecen en todas partes del mundo, ya que todos sabemos que los hospitales son concurridos por innumerables cantidades de personas durante todo el día y la noche sin parar,


lugares en donde los profesionales de la salud están haciendo todo lo posible para tratar a los pacientes de turno, sobre todo durante la presente pandemia.

Como resultado de los tratamientos realizados a los pacientes de los hospitales con diferentes tipos de enfermedades, se genera una cantidad significativa de residuos, cuya gestión inadecuada está dañando el ambiente y la salud humana, animal y vegetal. Por lo tanto, es imprescindible que el sector sanitario en su conjunto, encuentre una forma de gestionar adecuadamente sus residuos, pensando también en cómo reducirlos.

Los residuos médicos tienen varias denominaciones, como, por ejemplo: desperdicios clínicos, residuos biómédicos o biopeligrosos, todos ellos son potencialmente infecciosos y muy peligrosos que pueden dañar a cualquier ser vivo expuesto a ellos.

Evidentemente, este tipo de residuos suele ser producido por el sector sanitario que incluye establecimientos como hospitales, centros de salud, laboratorios y clínicas veterinarias, pero también podemos señalar otros negocios que producen este tipo de residuos como los salones de peluquería para humanos y animales.


Según un artículo sobre la gestión de residuos sanitarios, las estadísticas de residuos hospitalarios muestran que alrededor del 80% son residuos generales, mientras que el 20% son peligrosos (1)

Fuente: Enfoque Derecho

Los tipos de residuos en los hospitales, según la Organización Mundial de la Salud (2), que deben ser sometidos a disposición son los siguientes: Residuos infecciosos: cualquier desecho manchado con sangre y otros fluidos corporales que pueden provenir de laboratorios o desechos de pacientes con ciertas infecciones como hisopos, mascarillas, vendajes y otros artículos médicos.

Objetos cortantes: instrumentos que pueden perforar la piel, como agujas, jeringas, bisturíes o cuchillas. Residuos farmacéuticos: medicamentos y vacunas, así como también residuos farmacéuticos vencidos y no vencidos, contaminados y no utilizados. Residuos químicos-líquidos: solventes, desinfectantes, un metal líquido como el mercurio y baterías. Residuos radiactivos: cualquier material contaminado por radionucleidos que lo convierte en radiactivo.

Residuos patológicos: restos humanos y animales, tejidos, órganos. Desechos genotóxicos o citotóxicos: medicamentos que pueden dañar o intoxicar gravemente las células. Los fármacos citotóxicos, en particular, se utilizan para tratar el cáncer. Son sustancias muy peligrosas. Residuos generales: cualquier otro tipo de residuo que no se considere peligroso o infeccioso.

Referencias

Chaerul, M., Tanaka, M. y Shekdar, AV. Un enfoque de dinámica de sistemas para la gestión de residuos hospitalarios. Gestión de residuos, 28 (2), 442-449. 2008.

World Health Organization. Review of Health Impacts from Microbiological Hazards in Health-Care Wastes. 2001

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *