Edgar Gutiérrez Gómez
egutierrez@unah.edu.pe

Estas elecciones presidenciales vinieron aparejadas con linduras de extrema derecha cavernaria. En las pasadas elecciones se exhibieron matices de extrema izquierda trasnochada.


La moderación y la equidad es una razón suficiente para el equilibrio político de una nación. Los filósofos de la antigüedad cimentaron las bases de la política actual; Sócrates, Platón y Aristóteles. Los progresos para lograr una vida digna fueron echados al tacho por este personaje candidato a la presidencia peruana nada menos. En pleno 2021, nos exponemos ante el mundo como los típicos representantes de la edad media en su pleno apogeo. Autoflagelarse como signo de evasión al eros inconsciente y por amor a la religión, es un caso psiquiátrico. Portar el cilicio en alguna parte del cuerpo, generalmente cerca a los órganos genitales masculinos para practicar la compensación freudiana, es de orates.


Fuente: Todocolección

Esa penitencia en razón a la divinidad convencional del hombre es la irracionalidad personificada por el candidato a presidente del Perú. Sería más provechoso que ese portador de cilicio para autoflagelarse realizara campaña promoviendo el orgasmo, eutanasia, aborto terapéutico, consumo de drogas con fines medicinales, matrimonio del mismo sexo, libertad individual y demás aditivos de la vida normal. Resulta sumamente aterrador escuchar las declaraciones de Rafael López Aliaga practicando la mortificación en nombre de Dios y reforzado por toda su legión de seguidores. Me imagino que durante su gobierno comercializarán modelos de cilicio para todos los gustos en especial para sus electores.      

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