Fuente: El País
Ketty Marilú Moscoso Paucarchuco
kmoscoso@unah.edu.pe

En el mundo competitivo y globalizado de hoy, la excelencia organizacional es una de las condiciones previas para el éxito de un negocio; con una filosofía de gestión, un conjunto de principios, criterios y enfoques se observarán resultados óptimos a mediano y largo plazo, dando así soporte a un futuro de desarrollo sostenible.


Existen diferentes modelos de excelencia empresarial, orientados a establecer pautas, criterios de evaluación y mejora organizacional. No se puede determinar cuál es el mejor, ya que la pluralidad garantiza cierta competencia y fomenta mejora; pese a que existen muchas áreas en las que los estándares mundiales son útiles, o incluso necesarios, en el ámbito de la excelencia, hablar de estándares es una antinomia.

La excelencia se compone principalmente por factores blandos, personas, cultura, valores que no pueden ser capturados completamente por un modelo estándar, es por ello que estas herramientas son poderosas y permiten a los gerentes comprender estrategias y mejorar enfoques para implementarlo. Estos modelos promueven la adopción de mejores prácticas e instrumentos que permiten logros de calidad, autoevaluación y mejora continua.

El Modelo Malcolm Baldrige, es un esfuerzo por mejorar las prácticas de gestión y competitividad de las empresas, promueve e identifica los requisitos para la excelencia, comparte información sobre estrategias y beneficios, todo en torno a la calidad. El marco de este modelo se apoya en siete categorías que proporcionan la estrategia de dirección para la gestión.

Las categorías del modelo de excelencia subyacente son las siguientes: liderazgo, planificación estratégica, enfoque al cliente, medición, análisis y gestión del conocimiento, enfoque en la fuerza laboral, gestión de procesos y resultados.


El Modelo Malcolm Baldrige, ha sido extremadamente popular para la autoevaluación de las organizaciones, que se puede utilizar no solo como un conjunto de criterios, sino también como una guía para aquellos interesados ​​en implementar iniciativas de excelencia.


Fuente: Bizneo HR

La autoevaluación es importante, porque ayuda a una organización a definir sus procesos y seleccionar sus objetivos de calidad impulsados ​​por el cliente. En estos tiempos de reducción de presupuestos y estancamiento en las organizaciones, los criterios en los sistemas de gestión pueden motivar, inspirar y cambiar la cultura organizacional, con el fin de mejorar el desempeño de la calidad.

Los modelos de excelencia brindan oportunidades de mejora en el liderazgo personal, generan enfoque holístico estructurado para la mejora de la organización, resultando superior en la evaluación comparativa de oportunidades y acceso para demostrar las mejores prácticas.

La ventaja competitiva de la organización depende del rendimiento individual de cada trabajador y de la infraestructura organizacional que soporta la empresa, por tanto, la implementación de un modelo de excelencia empresarial, hace competente a una organización.

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