En primer término, las aguas de uso recreativo son aquellas en que se produce un contacto primario, como en la natación y el buceo, incluidos baños medicinales; o también se da un contacto secundario, como los deportes náuticos y pesca (García y León, 2017). La calidad del agua siempre se trata para consumo humano, pero todos en algún momento nos hemos metido a este tipo de agua para recreación, ya sea por natación, Kajak, ski acuático, principalmente, por lo que de manera involuntaria la hemos ingerido, y de estar contaminada nos ha representado un peligro para nuestra salud. 

Hay dos tipos generales de aguas recreativas: El primer tipo incluye las fuentes naturales de agua como los lagos, ríos, arroyos y las aguas costeras, pero la naturaleza de este tipo de aguas no permite que estas puedan ser desinfectadas, y corren el riesgo de ser contaminadas por fuentes puntuales; el segundo tipo incluye las instalaciones que utilizan agua potable destinada a uso recreativo como las piscinas, o de terapia como las de hidromasaje; tipo de agua que exige desinfección continua y limpieza química con sistemas de recirculación (Lloclla, 2020).

Por lo mencionado líneas arriba, se resalta la importancia de un análisis microbiológico del agua de uso recreativo, que permitiría controlar de cierta forma la contaminación de sus fuentes. El análisis microbiológico tiene como propósito identificar los microorganismos indicadores de contaminación, y monitorear periódicamente la calidad de las aguas recreativas. La calidad del agua depende de la eficacia de la desinfección, condiciones sanitarias de los bañistas, eficacia de la filtración, número de bañistas en la piscina en un momento dado, y número total de bañistas por día.

Cuando mencionamos a los microorganismos patógenos, debemos tener en cuenta que lo ideal es que los indicadores de calidad del agua para uso recreativo sean microorganismos cuyas densidades en el agua puedan relacionarse cuantitativamente con el grado de contaminación potencial, y por tanto, con los riesgos para la salud derivados de su uso. Los coliformes fecales ahora termotolerantes han sido recomendados como uno de los indicadores de elección para evaluar la calidad microbiológica de las aguas recreativas. Los estudios han demostrado que la Escherichia coli y los enterococos mostraron una mayor correlación con la gastroenteritis asociada a la natación que los coliformes termotolerantes, y que ambos indicadores eran igualmente aceptables para el control de la calidad del agua dulce. Las infecciones y enfermedades asociadas al contacto con el agua para fines recreativos se deben a patógenos entéricos en desechos fecales que causan gastroenteritis (E. coli, Giardia, Cryptosporidium, Shiguella, Salmonella, Vibrio, Hepatitis A, Norovirus) y a otros patógenos no entéricos (Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus, Legionella spp, Mycobacterium spp, Vibrio, Naegleria fowleri) que se transmiten por inhalación, contacto con las membranas mucosas y piel con abrasión, cuyas fuentes pueden provenir de cuerpo humano o bacterias autóctonas del agua en mención, ocasionando dermatitis, otitis externa, leptospirosis, fiebre del Pontiac, granulomas, meningoencefalitis amebiana primaria, conjuntivitis e infecciones de heridas.

Referencias:
  1. García, F. y León, R. (2017). Determinación de la concentración por coliformes fecales en el estero salado de guayaquil entre el tramo del puente 5 de junio y puente el velero con una longitud de 400 m x 98 m. [Tesis de ingeniero químico, Universidad de Guayaquil, Ecuador]. https://acortar.link/WwkfK4
  2. Lloclla, P. (2020). Evaluación de la calidad del agua del rio Uquihua, en uso como aguas recreativas Rioja – San Martín [Tesis de ingeniero sanitario, Universidad Nacional de San Martín -Tarapoto, Perú]. https://acortar.link/lM89GQ

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