Fuente: Eroski Consumer
Rene Antonio Hinojosa Benavides

Debido a la creciente tendencia al aumento de la población mundial y a la demanda de consumo de arroz, el uso de un número cada vez mayor de plaguicidas por parte de los productores agropecuarios para proteger sus cultivos y ganado,


puede influir en el nivel de metales pesados (MP) presentes en los suelos agrícolas, contaminando los arrozales que preocupa como contaminante ambiental debido a su bioacumulación en el ambiente y sus propiedades no biodegradables, y es que, estos MP se han constituido en contaminantes potenciales en el arroz.

Siendo a la vez una sustancia altamente tóxicas, debido a su alto riesgo potencial para el ecosistema y la salud humana, y no en vano la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer ha clasificado al arsénico (As), cadmio (Cd), cromo (Cr) y níquel (Ni) como carcinógenos del grupo 1, ya que su exposición, a largo plazo conduce a un mayor riesgo de varios tipos de cáncer (1).

Por naturaleza, los metales pesados pueden dividirse en dos formas, que son orgánicas e inorgánicas, por ejemplo, el As es perjudicial debido al compuesto inorgánico pentavalente de As que se solubiliza en el agua a la forma de ácido débil y produce arseniato que afecta a las personas incluyendo y las aguas subterráneas.


Los metales pesados en forma de contaminantes orgánicos pueden degradarse gradualmente en componentes menos dañinos, aumentando la contaminación ambiental de la biosfera en conjunción con la agricultura intensiva y otras actividades antropogénicas,

Fuente: El Mostrador

presentándose como problemas críticos para el uso seguro de las tierras agrícolas, de tal manera que, los suelos agrícolas están potencialmente contaminados con MP esenciales y no esenciales debido a las prácticas agrícolas existentes con el uso arbitrario de productos agroquímicos, como plaguicidas y fertilizantes, aunándose a ello el cultivo mecánico que cambia la especiación y la movilidad de los MP (2).

Estudios realizados en granjas de subsistencia de Asia, han demostrado claramente la asociación entre la intoxicación por Cd y la disfunción renal humana y, ciertamente, el arroz ha sido reconocido como uno de los principales portadores de Cd y P para la ingesta humana; mientras que, los órganos de las plantas tienen diferentes capacidades para adsorber, traslocar y acumular metales pesados, y la velocidad y la magnitud de estos procesos varían entre las especies de plantas y los cultivares.

Además que es pertinente comprender que la adsorción y la acumulación de MP en el suelo dependen de las propiedades de dicho suelo, como el pH, y la concentración de materia orgánica, ya que estos MP se acumulan en los organismos vivos, especialmente los tóxicos como el As, el Cd y el Pb, ya que las evaluaciones de riesgo para la salud han determinado que MP encontrados en las plantaciones de arroz, dañan a las personas, especialmente a las familias que lo consumen como alimento básico para cubrir sus requerimientos diarios.

Así mismo se debe tener en consideración que, los MP absorbidos por las plantas pasan a la cadena alimentaria, afectando negativamente a la salud humana (3).

Referencias

  1. Hojsak, I., Braegger, C., Bronsky, J., Campoy, C., Colomb, V., Decsi, T. y Van Goudoever, J. (2015). Heavy metal in Rice. Pediatr Gastroenterol. Nutr., 60, 142–145.
  2. Chung, J., Yu, S., Hong, Y. (2014). Environmental source of arsenic exposure. Prev. Med. Public Health, 47, 253–257.
  3. Ayangbenro, A.S.; Babalola, O. A New Strategy for Heavy Metal Polluted Environments: A Review of Microbial Biosorbents. Int. J. Environ. Res. Public Health 2017, 14, 94.

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