Uriel Rigoberto Quispe Quezada
uquispe@unah.edu.pe

La partida de uno de los grandes íconos en la industria cinematográfica como fue Chadwick Boseman, quien a los 43 años dejara de estar presente por una enfermedad terminal que venía padeciendo desde hace algunos años, cayó de sorpresa a nivel mundial, que hace poco interpretaba al célebre héroe Black Panther, a través de sus magníficas actuaciones rompía estereotipos e inspiraba a todas las personas a alcanzar sus sueños.


Hace recordar, a uno de los grandes del mundo empresarial que, a inicios del año, dejo también de existir, recordado por muchos por haber transformado y quebrado paradigmas gerenciales, llevándolo a una compañía al éxito y aún todavía es referente en las escuelas de negocios por sus actuaciones empresariales.

El ex – CEO, Jack Welch que transformó a General Electric en más de dos décadas de liderazgo desde una compañía no muy conocida a una empresa global, hasta su retiro voluntario en el año 2001, había logrado transformar los 12,000 millones de dólares de valor de mercado a más de 410,000 millones de dólares, cerrando un millar de acuerdos de compraventa y considerado por la revista Fortune, el directivo más relevante del siglo XX.

Su legado gerencial, ha sido implantar un modelo de dirección promoviendo en que las empresas deban ser ágiles para tener éxito. Ideando para ello una “curva vital” en que dividía a los directivos empresariales en tres categorías: un 20% destinados a aquellos que poseían actitudes proactivas “llenos de pasión comprometidos con hacer que las cosas sucedan”; un 70% a aquel grupo que consideró “esencial en la compañía y que anima al primer grupo”, y el restante 10% pertenecían a los otros miembros de la plantilla gerencial. Los improductivos tenían la puerta abierta.


Definía que la “estrategia es simplemente la asignación de recursos. Estrategia significa tomar decisiones claras sobre cómo competir. No puedes ser todo para todo el mundo, no importa el tamaño de tu negocio o lo profundo que sean tus bolsillos”.


Fuente: Sopitas.com

Su liderazgo a nivel corporativo consistía en tomar decisiones a una precisión tal que para muchos era reconocido por sus habilidades ejecutivas, no cabía media tintas se ganó el sobrenombre “neutrón Jack”, por un estilo directo y polémico, dejó lecciones inspiradoras “a los buenos líderes les gusta ver crecer a sus empleados. El día que temas que son mejor que tú, entonces habrás fracasado como líder.

Se enfocó en la agilización de la burocracia, dando la plena confianza a sus gerentes a que realicen los cambios necesarios de mejora y que con ellos alcancen los resultados beneficiosos para la compañía.

A pesar de haber transcurrido varios años desde su retiro la compañía de GE, ha venido sorteando múltiples dificultades y perdiendo el liderazgo que en un momento estuvo en la cúspide mundial, de ahí radica su trascendencia y el reconocimiento por su valiosa contribución mientras estuvo a cargo.

Nuevamente pone en alerta, cuán importante es la elección del ejecutivo quien lidere la organización, esta persona debe tener las competencias necesarias para conducir y llevar por las sendas del éxito, teniendo presente que cualquier decisión que tome afectará en buena forma o negativa a todos sus miembros, quienes confiarán plenamente en su capacidad de liderazgo y visión empresarial.

Al igual que ambas figuras, desde sus propios espacios han logrado abrirse camino en un mundo competitivo, destacando por sus actuaciones y logrando éxitos, dejando un legado de inspiración por su abnegado trabajo y disciplina, a las actuales y futuras generaciones.

Fuente:

CNBC

IEB

Un comentario en «Legado que trasciende»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *