Rene Antonio Hinojosa Benavides

Aristóteles describió la amistad profunda diciendo: “¿Qué es un amigo? Una sola alma en dos cuerpos”, mientras que Platón reflexionó profunda y extensamente sobre la naturaleza de la amistad y el amor al prójimo.


Miles de años después, los psicólogos hoy en día nos ayudan a comprender por qué la amistad es tan importante. Estudios sobre la amistad nos indican que hay un 50% más de probabilidad de supervivencia para las personas con relaciones sociales más fuertes. ¡Sí, las personas con buenos amigos viven más y son más saludables!

En las mujeres se reduce el estrés cuando pasan el tiempo con amigos, ya que se elevan sus niveles de oxitocina. La amistad se ha relacionado con tasas más bajas de hipertensión y enfermedades cardíacas, encontrándose que las mujeres con cáncer de mama que tenían amistades cercanas vivían más tiempo que las que no lo tenían.

Cuando un amigo muere trae a colación nuestra propia mortalidad, surgen sentimientos acerca de nuestra propia muerte. Esto puede ser especialmente cierto cuando se trata de alguien que es «como nosotros” y nuestros amigos a menudo son «como nosotros”. Los estudios lo demuestran: a menudo somos amigos de personas que son similares a nosotros en edad, salud, estatus socioeconómico, educación y que incluso son genéticamente similares a nosotros. ¡De verdad!


Cuando mueren es un recordatorio de que moriremos y, quién sabe, podría ser pronto. Y es que, nuestra relación puede cambiar con otros amigos.

Fuente: Andina

Esto es complicado porque las razones por las que esto puede suceder son amplias, pero es importante porque cuando se está de duelo, a menudo es el momento en el que más se necesita apoyo y, en algunos casos, es el momento en el que el apoyo de otros amigos puede parecer más difícil de conseguir por muchas razones.

Es posible que sus otros amigos no sepan cómo manejar su dolor, por lo que se distancian. O es posible que todos estén sufriendo de manera diferente y estén luchando por apoyarse mutuamente. Tampoco es raro sentir una repentina necesidad de distanciarse de sus otros amigos, siendo necesario esforzarse en mantener relaciones o buscar otro apoyo, para no caer en un aislamiento malsano.

Cuando estamos de duelo, a menudo existe un temor generalizado de perder esa conexión con la persona que perdimos. Nos preocupa que si empezamos a sentirnos «mejor» significa que nos estamos olvidando de esa persona o que seguimos adelante. Con las amistades, puede haber la sensación de que, si dejo entrar a nuevos amigos, estoy olvidando o reemplazando al amigo que perdí. 

Tenga en cuenta que nadie reemplazará a su amigo. Nunca. Se Tendrá nuevas amistades, únicas, cercanas y sorprendentes a su manera, pero nunca serán un reemplazo para la persona que murió. Dicho esto, abrirse a otras amistades es algo muy bueno, muy importante. Entendemos que no somos más que aves de paso en este mundo caprichoso, pero fantástico, aunque a veces demasiado cruel. Todo lo que conseguimos puede derrumbarse como un castillo de naipes en cualquier momento.

Un comentario en «Cuando el SARS-CoV-2 se lleva a nuestro mejor amigo»
  1. La amistad sincera es difícil de olvidar... más aún cuando se han compartido momentos importantes de nuestras vidas, como la que representa en la fotografía estimado René... tengo la plena seguridad que la amistad entre Tu y Eduardo será irremplazable, porque existen muchos pasajes amicales y profesionales inolvidables

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