Rene Antonio Hinojosa Benavides

Teniendo en consideración lo aseverado por Riojas et al. (1),  el sistema de producción intensivo en una ganadería abarca entornos lejanos a la urbe, en donde una debilidad institucional se ve reflejada en la deforestación y la degradación de los suelos agrícolas;


es así que, la producción ganadera intensiva tiende a aglomerarse en lugares con ventajas de costos (situados a menudo cerca de ciudades), trayendo consigo logros en la economía, una demanda de fertilizantes para la producción de forrajes y un incremento de residuos por unidad de superficie.

Es así que este sistema genera una sobre oferta de desechos orgánicos que supera la demanda, al no haber terrenos suficientes para reciclar dichos desechos, generándose exceso de nutrientes con una consiguiente contaminación.

Ciertamente el estiércol animal es una fuente rica de nutrientes que contribuye a la sustentabilidad de los sistemas agropecuarios al aumentar la materia orgánica en el suelo y disminuir la utilización de fertilizantes inorgánicos.

Si bien es cierto que los agricultores cuentan con diversos sistemas de manejo de fertilizantes, también es cierto que desconocen en parte el uso adecuado del estiércol animal que, dicho sea de paso, sirve para asegurar que los cultivos cuenten con el suministro necesario de nutrientes, a la vez que se adiciona al suelo sustancias que permiten y favorecen su fertilización (2).


La incorporación de estiércol animal a un suelo agrícola mediante el compostaje, equivale a la adición importante de dotación de nutrientes disponibles para las plantas (3). El uso de estiércol animal como fertilizante representa una de las prácticas más antiguas aplicadas en la agricultura.

Fuente: EcologíaVerde

Los fertilizantes orgánicos como estiércol de ganado, son también biológicamente ricos en bacterias, cuando son técnicamente recolectados, habiéndose identificado hormonas del grupo de las auxinas intercambiables en los ácidos húmicos, extractados de vermicompuestos de estiércol animal que da resultados positivos e incrementos significativos en la productividad de los cultivos agrícolas.

La aplicación continua de estiércol animal incrementa el riesgo de contaminación, toda vez que en los establos generalmente se realiza la limpieza de los ambientes con chorros de agua generando líquido residual compuesto de estiércol líquido más agua, que es vertido a los campos agrícolas, diseminándose patógenos en el ambiente a través de la aplicación de estiércol como fertilizante de un suelo agrícola; por las corrientes de agua que lo arrastran durante las tormentas, o mediante el viento o por derrames de estanques de almacenamiento.

El estiércol manejado en forma inadecuada tiende a causar problemas ambientales (3); siendo también un importante reservorio de bacterias resistentes a los antibióticos (resistoma) y de patógenos. Aunque el uso de antibióticos incrementa los genes resistentes y las bacterias en el estiércol, estos patógenos también abundan en el estiércol de animales con ningún historial de tratamiento con antibióticos, indicando la presencia natural de bacterias resistentes en el tracto gastrointestinal de los animales.

Referencias

  1. Riojas, I., Badii, M., Guillen, A., García, M. y Abreu, J. (2018). La ganadería y el desarrollo sustentable. Daena: International Journal of Good Conscience. 13(2),77-102.
  2. Barrera, C. (2016). Cuatro dosis de materia organica (gallinaza de postura) en el cultivo de lechuga (lactuca sativa) variedad “grand rapids waldeman`s strain”, bajo condiciones agroclimáticas en la provincia de Lamas [Tesis de ingeniero agrónomo, Universidad Nacional de San Martín, Tarapoto]
  3. Olivares, M., Hernández, A., Vences, C. y Jáquez, J. y Ojeda, D. (2012). Lombricomposta y composta de estiércol de ganado vacuno lechero como fertilizantes y mejoradores de suelo. Universidad y Ciencia, 28(1), 27-37.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *